No todos los tipos de piel son iguales, por ello, es esencial que conozcas e identifiques qué tipo de piel tienes para saber cuál base de maquillaje se ajusta mejor a tu rostro. Si tenés dudas podes consultarnos sin problemas.
Las pieles secas al carecer de hidratación, luce áspera y con un aspecto apagado, como consecuencia es mucho menos elástica y en ocasiones suele irritarse.
Lo ideal para este tipo de piel es utilizar una base de maquillaje con acabado normal o semi-matte (nunca matte), que contenga activos hidratantes como ácido hialurónico o manteca de karité. Y realizarse una rutina de skincare adecuada para que al momento de colocar la base la piel ya se encuentre en condiciones y no esté reseca.
En su contraparte, las pieles Mixtas a Grasas suelen ser de fácil reconocimiento, ya que el rostro se muestra brillante, especialmente en la zona comprendida por la frente y la nariz, pero ¡tranquila! que todo tiene solución, con cuidados diarios y una base de maquillaje para piel grasa, tu rostro lucirá fantástico. Es fundamental para este tipo de pieles utilizar bases de acabado matte o semimatte y sellar luego el rostro con polvos sueltos, ya que estos absorben la grasitud. También se puede utilizar un primer para pieles grasas, que contenga ácido salicílico o derivados.
También es esencial reconocer nuestro tono y subtono de piel.
Conseguir el color de base perfecto puede ser una tarea muy difícil, por eso te dejamos algunas recomendaciones para que, a la hora de escoger tu base, no te lleves el tono equivocado.
¡No cambies tu color de piel! La base tiene como función principal, homogeneizar el color del rostro, más no cambiarlo, por ello, el tono perfecto es el que se funde con la línea de la mandíbula.
• Si tenés la piel cálida, utiliza bases con sub tonos amarillos y dorados.
• Si tu piel es fría, opta por bases con sub tonos más rosados.
• Si tu piel es neutra opta por tonos beige o dorados para darle color a tu rostro.